Trump y Xi Jinping sostienen una conversación telefónica «muy positiva» en medio de guerra comercial

El Mandatario estadounidense aseguró que su par asiático lo invitó a China, mientras que este último pidió «eliminar todo tipo de interferencias e incluso sabotajes».

WASHINGTON – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este jueves que su conversación con el líder chino Xi Jinping tuvo una «conclusión muy positiva», anunciando que los dos países llevarán a cabo conversaciones comerciales con la esperanza de romper un estancamiento sobre aranceles y suministros globales de minerales de tierras raras.

Fue la primera llamada entre los dos líderes desde que Trump asumió el cargo para su segundo mandato hace más de cuatro meses.

«Nuestros respectivos equipos se reunirán pronto en un lugar por determinar», escribió Trump en su plataforma Truth Social.

El secretario del Tesoro Scott Bessent, el secretario de Comercio Howard Lutnick y el representante comercial Jamieson Greer representarán al lado estadounidense en las negociaciones.

Trump añadió que Xi lo invitó «amablemente» a él y a la primera dama Melania Trump a China, mientras que el líder republicano correspondió con su propia invitación para que el Mandatario asiático visite Estados Unidos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores chino afirmó que Trump inició la llamada entre los líderes de las dos economías más grandes del mundo.

Llamado de China

De acuerdo con el medio estatal chino Xinhua, el presidente Xi Jinping pidió a su par estadounidense que «revirtiera las medidas negativas» que Washington ha tomado contra Beijing. Del mismo modo, Trump aseguró que los estudiantes chinos eran bienvenidos a estudiar en Estados Unidos, aunque su administración ha prometido revocar algunas de sus visas.

Comparando la relación bilateral con un gran barco, Xi le dijo a Trump que ambas partes necesitan navegar cuidadosamente en una buena dirección y que deben «eliminar todo tipo de interferencias e incluso sabotajes», según Xinhua.

El líder republicano había declarado un día antes que era difícil llegar a un acuerdo con su par chino. «Me gusta el presidente XI de China, siempre me ha gustado y siempre me gustará, ¡pero es MUY DURO Y EXTREMADAMENTE DIFÍCIL HACER UN TRATO CON ÉL!!!», publicó Trump el miércoles en Truth Social.

Las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China se estancaron poco después de un acuerdo del 12 de mayo entre los dos países para reducir sus tasas arancelarias mientras se desarrollaban las conversaciones. Detrás del estancamiento ha estado la continua competencia por una ventaja económica.

Washington a acusa a Beijing de no exportar minerales críticos, mientras que el Gobierno chino objeta que el país norteamericano restrinja la venta de chips avanzados y su acceso a visas estudiantiles para estudiantes universitarios y de posgrado.

Trump redujo sus aranceles del 145% sobre los productos chinos al 30% durante 90 días para permitir las conversaciones. Beijing también redujo sus impuestos sobre los productos estadounidenses del 125% al 10%. El ir y venir ha causado fuertes oscilaciones en los mercados globales y amenaza con obstaculizar el comercio entre los dos países.

El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, había sugerido que solo una conversación entre Trump y Xi podría resolver estas diferencias para que las conversaciones pudieran reanudarse en serio. Sin embargo, la tensión subyacente entre los dos países puede persistir.

Incluso si las negociaciones se reanudan, Trump quiere reducir la dependencia de Estados Unidos de las fábricas chinas y reindustrializar el país, mientras que China quiere la capacidad de continuar su avance en tecnologías como los vehículos eléctricos y la inteligencia artificial, que podrían ser cruciales para asegurar su futuro económico.