Trump anuncia un acuerdo comercial «total y completo» con el Reino Unido

Se trata del primer acuerdo de este tipo desde inicios de abril, cuando el presidente de Estados Unidos impuso aranceles a todos sus socios comerciales.
WASHINGTON – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves la conclusión de un acuerdo «total y completo» con el Reino Unido, el primero de este tipo desde el inicio de su guerra comercial, tras semanas de negociaciones con Londres sobre los aranceles, aunque el alcance del acuerdo sigue siendo confuso.
Trump detallará los alcances de este acuerdo durante el transcurso del día.
«El acuerdo con el Reino Unido es total y completo, consolidará la relación entre Estados Unidos y el Reino Unido por muchos años», declaró en su red social TruthSocial. «¡Muchos otros acuerdos (…) seguirán!», prometió.
El primer ministro británico, Keir Starmer, tiene previsto pronunciarse «más tarde en el día».
Londres lleva varias semanas negociando con Estados Unidos con la esperanza de reducir los aranceles adicionales impuestos a sus exportaciones (10% en todos los productos y 25% sobre acero, aluminio y automóviles).
Este acuerdo es el primero desde que el magnate impuso al mundo entero aranceles masivos sobre bienes importados por Estados Unidos, antes de dar parcialmente marcha atrás ante el trastorno del orden económico internacional.
Negociaciones con varios países
Estados Unidos está llevando a cabo conversaciones similares con varios otros países. Se espera con gran interés la apertura este fin de semana en Suiza de las negociaciones con China.
A pesar del anuncio de un acuerdo «total y completo», varios analistas y economistas consideran que solo se trataría de un arreglo de alcance limitado.
Subrayando que «negociar acuerdos comerciales completos toma años»», los analistas de Deutsche Bank prevén más bien el anuncio de un «marco» de negociaciones.
Consultado por la AFP, Jonathan Portes, economista del King’s College de Londres, no imagina otra cosa que «una operación de limitación de daños» y ciertamente no «un verdadero impulso para la economía» británica. Aunque reconoce que «será un alivio para las empresas».
Las concesiones del gobierno británico serán observadas de cerca, especialmente si aceptó suavizar su impuesto digital -que apunta a los gigantes estadounidenses y recauda 800 millones de libras al año- justo en el momento en que reduce las ayudas sociales para equilibrar el presupuesto.
Los laboristas nunca negaron que este impuesto, de alto valor simbólico -especialmente para Donald Trump, cuyos grandes aliados son los jefes de la tecnología estadounidense-, estuviera sobre la mesa de negociación.
Aunque Estados Unidos es el segundo socio comercial del Reino Unido, sigue muy por detrás de la UE, que representa 40% de sus intercambios.
La ministra británica de Finanzas, Rachel Reeves, subrayó recientemente el valor de la relación comercial con Bruselas, destacando que es «probablemente aún más importante» que la que se tiene con Estados Unidos.
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