Musk, sobre la ley fiscal de Trump: “Ya no aguanto más; es una abominación repugnante”

El multimillonario arremete contra la norma mientras el presidente presiona a los senadores para que la aprueben

WASHINGTON – La despedida de Elon Musk de la Casa Blanca el pasado viernes estuvo llena de buenas palabras, pero el hombre más rico del mundo no ha tardado en atacar abiertamente la política fiscal que impulsa el presidente. Mientras Trump presionaba a los senadores demócratas para que aprueben la ley con el grueso de su agenda (“Una gran y hermosa ley”, se llama), Musk ha dejado claro que no le parece nada hermosa y la ha calificado de “abominación repugnante”.

“Lo siento, pero ya no aguanto más. Este proyecto de ley del Congreso, enorme, escandaloso y repleto de gastos superfluos, es una abominación repugnante. Qué vergüenza para quienes lo han votado: saben que han hecho mal. Lo saben”, ha escrito el magnate en su red social, X.

Claramente, algo se ha roto en la relación. Trump anunció este sábado que retiraba la nominación para dirigir la NASA de Jared Isaacman, amigo, cliente y aliado de Musk, al que el multimillonario había recomendado a Trump. Tres días después, Musk arremete contra la que, junto con los aranceles, es la iniciativa estrella de Trump sin morderse la lengua.

No es la primera vez que Musk critica la ley, pero ahora lo hace en unos términos mucho más rotundos. En una entrevista emitida el domingo por la CBS y de la que se adelantaron algunos extractos, el multimillonario ya mostró su decepción con el proyecto. “Francamente, me ha decepcionado ver el enorme gasto público, que aumenta el déficit presupuestario, en lugar de reducirlo, y socava el trabajo que está realizando el equipo del DOGE [Departamento de Eficacia Gubernamental, que estuvo encabezado por el empresario]”, señaló Musk.

“Creo que una ley puede ser grande o puede ser hermosa. Pero no sé si puede ser ambas cosas. Es mi opinión personal”, señaló también. El magnate rehuyó en la entrevista hacer otras críticas al Gobierno de Trump, aunque dejó claro que no se sentía identificado con todas sus políticas.

La ley de Trump prorroga las rebajas fiscales de su primer mandato (generalizadas, pero que favorecieron sobre todo a los más ricos y las empresas) e incluye parte de las que prometió en campaña (exenciones de impuestos a las propinas y las horas extraordinarias, entre otras). A cambio, recorta ayudas alimentarias, becas y prestaciones sanitarias. El pasado viernes, en un acto en Des Moines (Iowa) con votantes, la senadora republicana Joni Ernst trató de defender esos recortes y desde el público le afearon que, sin cobertura sanitaria la gente se va a morir. “La gente no se va… Bueno, todos nos vamos a morir”, contestó, para indignación de los asistentes.

Más déficit y deuda

Las disposiciones de la norma favorecen a los más ricos y perjudican a los más desfavorecidos, pero su efecto neto es aumentar significativamente el déficit y la deuda. La Oficina Presupuestaria del Congreso estimó un aumento del déficit de 3,8 billones de dólares en 10 años; el Comité para un Presupuesto Federal Responsable calculó 3,1 billones, incluyendo los intereses; el Modelo Presupuestario Penn Wharton lo cifró en 2,8 billones. Sin embargo, la ley está concebida de manera que las rebajas de impuestos se aprueban de forma temporal (expiran tras el mandato de Trump), lo que condiciona el cálculo a 10 años, haciendo que el coste parezca menor. Deja la patata caliente de la prórroga al siguiente Congreso.

El Budget Lab de Yale calcula que si las disposiciones temporales se hacen permanentes, el costo durante el período 2025-2034 sería de 5,0 billones de dólares y durante el período 2025-2055, de 23,7 billones de dólares. Contando que ya se parte de un abultado déficit, calcula que eso podría llevar la deuda sobre PIB al 200% en 2055, un nivel que solo superan Sudán y Japón.

El proyecto de ley fue aprobado por la Cámara de Representantes y ahora se tramita en el Senado, donde varios senadores republicanos han mostrado su preocupación por el incremento del déficit y la deuda que comporta.

Trump ha instado a través de su propia red social, Truth, a los senadores díscolos a aprobarla cuanto antes. Ha señalado en particular al senador por Kentucky Rand Paul, que se opone especialmente al aumento de cuatro billones en el techo de deuda que incorpora la ley, el mayor de la historia. “Rand Paul tiene muy poco conocimiento sobre la BBB [Big Beautiful Bill, el nombre de la norma en inglés], especialmente sobre el tremendo CRECIMIENTO que se avecina. Le encanta votar ‘NO’ a todo, cree que es buena política, pero no lo es. ¡La BBB es una gran GANADORA!“, ha escrito Trump en un mensaje.

Enseguida ha vuelto a la carga: “Rand vota NO a todo, pero nunca tiene ideas prácticas ni constructivas. Sus ideas son realmente descabelladas (¡perdedoras!). La gente de Kentucky no lo soporta. ¡Este es un PROYECTO DE LEY DE GRAN CRECIMIENTO!“, ha indicado en otro post.

En su realidad alternativa, Trump sostiene la mentira de que la economía está disparada gracias a sus aranceles y que va a crecer a un ritmo entre el 5% y el 9% anual en los próximos años, unas previsiones absurdas.

Trump presiona a los congresistas para que aprueben la ley en un mes, de modo que esté lista para la firma el 4 de julio, Día de la Independencia, fiesta nacional de Estados Unidos. El presidente se reunió con el líder de la mayoría republicana del Senado, John Thune, en la Casa Blanca a principios de esta semana y ha estado llamando a los senadores para mantener conversaciones individuales, combinando amenazas y promesas para reunir los votos.

Los republicanos tienen una mayoría de 53 a 47 votos en el Senado. Pueden permitirse perder hasta tres votos, contando con que los demócratas votarán en bloque en contra. El equilibrio es complicado. Los halcones fiscales se quejan de que aumenta mucho el déficit y la deuda, por lo que piden más recortes. Los moderados, en cambio, no quieren recortes más drásticos del gasto social (en cobertura sanitaria y ayudas alimentarias, principalmente) de los que ya incorpora, conscientes de que la tesis del presidente de que solo se recorta el fraude y el despilfarro no se sostiene.

El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, dijo que el proyecto de ley de Trump “es horrible en su esencia misma”. El senador señaló este martes que es “una mentira” que los recortes no perjudicarán a los estadounidenses. “Detrás del humo y los espejos se esconde una verdad cruel y draconiana: exenciones fiscales para los ultrarricos pagadas con recortes en la asistencia sanitaria de millones de estadounidenses”, afirmó.

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