La mayoría de los republicanos se retiran de la pelea en torno a la Corte Suprema

La candidata a la Corte Suprema Ketanji Brown Jackson se reúne con el senador federal Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur, en el Capitolio

WASHINGTON – El ex presidente Donald Trump pasó una hora canalizando el estado de ánimo de los electores conservadores la semana pasada, cuando, en un mitin en Carolina del Sur, improvisó su respuesta sobre sus temas predilectos, que van desde Ucrania hasta Mark Zuckerberg.

¿Sin embargo, qué estuvo completamente ausente de su presentación de una hora? Toda mención a la posible jueza de la Corte Suprema federal, Ketanji Brown Jackson.

No es el único republicano cuya atención está en otra parte en este momento.

A menos de una semana que Jackson comience las audiencias de confirmación, el Partido Republicano y el movimiento conservador en general están indicando que no les interesa una batalla a brazo partido por la nominación. La mayoría de los republicanos han evitado los críticas personales sostenidas, las campañas publicitarias en televisión han desaparecido e, incluso, los principales personajes de medios republicanos se han centrado en otros temas.

Su falta de atención ha transformado lo que muchos esperaban que fuera una pelea ideológica de primer orden en torno a la jueza criada en Miami en un proceso relativamente discreto, al menos hasta ahora. E incluso los republicanos reconocen que eso es indicativo del hecho que Jackson, la primera mujer afroamericana nominada a la Corte Suprema, probablemente gane la confirmación.

“En cada batalla hay que medir el costo”, dijo el ex senador republicano Rick Santorum, de Pennsylvania. “Y no creo que se gane mucho si se emprende una crítica a gran escala contra esta candidata”.

Directivos del Partido Republicano, como Santorum, advierten que, aunque es probable que Jackson sea confirmada por el Senado, lo hará con un par de votos republicanos como máximo. Advierten que las audiencias de confirmación serán polémicas, ya que los legisladores del Partido Republicano se centran en lo que muchos consideran su filosofía judicial excesivamente liberal. Uno de los miembros de la Comisión Judicial del Senado, el senador republicano Josh Hawley, indicó el miércoles que estaba dispuesto a criticar a Jackson en términos más severos, acusándola de adoptar un enfoque blando con los delincuentes sexuales.

Pero, en comparación con los recientes enfrentamientos ideológicos de otras confirmaciones para la Corte Suprema, incluidos los de los recién nombrados jueces Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett, la pelea en torno a Jackson ha estado hasta ahora llamativamente inactiva.

“Está bastante claro que el círculo republicano no ha entrado en acción con ningún tipo de esfuerzo genuino para bloquear esta nominación, o incluso plantear preguntas serias sobre la jueza Jackson”, dijo Clark Neily, vicepresidente sénior de estudios legales en el libertario Cato Institute.

El presidente Joe Biden nominó a Jackson en febrero para sustituir al juez Stephen Breyer, quien se jubila. Justo un año antes, Biden había nominado a Jackson para formar parte del Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia, donde ganó la confirmación en el Senado con todos los votos demócratas y el apoyo de tres republicanas: los senadores Lindsey Graham, de Carolina del Sur; Susan Collins, de Maine, y Lisa Murkowski, de Alaska.

Funcionarios de la Casa Blanca señalan el apoyo que ha recibido Jackson, como el de la Asociación Internacional de Jefes de Policía y el de Thomas Griffith, ex juez de circuito nombrado por George W. Bush, como prueba de la solidez de su candidatura. “Está profundamente calificada para la Corte Suprema” –como afirmó el senador McConnell tras reunirse con ella– y su historial y enfoque de los casos se definen por el respeto a nuestra Constitución y la neutralidad no ideológica”, dijo Andrew Bates, portavoz de la Casa Blanca.

RESPUESTA REPUBLICANA EN EL SENADO

Los republicanos del Senado se han quejado de la rapidez de su confirmación y han analizado las decisiones anteriores de Jackson.

Pero hay pocos indicios de que se encaminen a las audiencias de la próxima semana con un plan para emplear tácticas de tierra quemada y socavar la nominación.

El senador Ted Cruz, republicano de Texas, uno de los más destacados incitadores del Senado, dijo esta semana que los espectadores no deberían esperar el mismo nivel de contención que en 2018 con las audiencias sobre la nominación de Kavanaugh, cuando los demócratas de la Comisión indagaron en denuncias de mala conducta sexual.

“Estoy seguro que consideraremos a fondo cada aspecto de nuestro expediente. Lo que no vamos a hacer es repetir el espectáculo de denostación de la persona”, dijo Cruz, miembro de la Comisión Judicial del Senado, a McClatchy.

Pero centrarse en el historial de Jackson no garantiza civismo o falta de controversia. Hawley, que junto con Cruz trató de anular la victoria de Biden en el Colegio Electoral, acusó a Jackson de ser demasiado indulgente en los casos de delitos sexuales.

“La jueza Jackson tiene un patrón de dejar que los delincuentes de pornografía infantil se salgan con la suya con sus atroces delitos, tanto como jueza como en el papel de legisladora. Ha estado abogando a favor de ello desde la escuela de Derecho. Esto va más allá de ser ‘blanda con la delincuencia’. Me preocupa que sea un registro que ponga en peligro a nuestros hijos”, dijo Hawley en Twitter.

Citó comentarios fuera de contexto de una audiencia de 2012 de la Comisión de Sentencias de Estados Unidos en la que Jackson, en ese momento vicepresidenta de la comisión bipartidista, estaba interrogando a un testigo de la Sección de Explotación Infantil y Obscenidad del Departamento de Justicia sobre las distinciones entre los tipos de delincuentes.

También señaló las sentencias que había impuesto jueza de un tribunal federal de distrito que estaban por debajo de las directrices federales de sentencia recomendadas.

Es habitual que los jueces dicten sentencias por debajo de las directrices recomendadas en estos casos. Un informe de 2021 de la Comisión de Sentencias encontró que en 2019 solo el 30% de los delincuentes de pornografía infantil sin producción fueron acusados dentro de las directrices federales. La comisión dijo que los cambios tecnológicos habían hecho que el actual esquema de sentencias fuera insuficiente para distinguir entre los tipos de delincuentes.

“Los tribunales aplican cada vez más variantes a la baja en respuesta a los altos rangos de las directrices que ahora se aplican al típico delincuente de pornografía infantil sin producción, aunque las sentencias siguen siendo largas”, dijo el informe.

Otros republicanos parecen más propensos a utilizar las audiencias como una oportunidad para rechazar los esfuerzos y de ese modo ampliar o reformar el tribunal en lugar de atacar a la propia Jackson.

En un discurso pronunciado el martes, el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, republicano, apuntó a Demand Justice, un grupo progresista que aboga por la ampliación del tribunal y que fue fundado por Brian Fallon, ex secretario de Prensa de la campaña de Hillary Clinton.

La crítica de McConnell fue similar a una línea de ataque impulsada por la cadena conservadora Judicial Crisis Network (JCN), que gastó millones de dólares haciendo anuncios en febrero señalando a Arabella Advisors, un grupo liberal que ayuda a dirigir el dinero a una red de organizaciones y causas progresistas.

Los conservadores dicen que esperan seguir insistiendo en esta línea de crítica durante las audiencias de confirmación.

“Durante las próximas audiencias y más allá, JCN continuará haciendo lo que sea necesario para destacar la influencia corruptora de la vasta red de dinero turbio de Arabella Advisors en el poder judicial y en el proceso de nominaciones judiciales”, dijo Carrie Severino, presidenta de JCN, en un comunicado.

RAZONES

Pero después de su bombardeo publicitario de febrero, JCN no ha emitido este mes ningún anuncio que haga referencia a Jackson o a la lucha por la confirmación, según dos fuentes que hacen un seguimiento del gasto publicitario en televisión. Y los funcionarios del grupo reconocen que el apoyo demócrata a su nominación, incluso de miembros moderados como Kyrsten Sinema de Arizona y Joe Manchin de West Virginia, hace poco probable que los republicanos tengan una oportunidad de frenarla.

Los republicanos y los demócratas dicen que una tormenta perfecta de circunstancias explica por qué la nominación de Jackson aún no ha animado a la resistencia de la derecha. Como mencionó Severino, muchos de ellos dudan de que incluso un esfuerzo feroz del Partido Republicano tenga éxito.

Incluso cuando son críticos, la mayoría de los republicanos han redactado cuidadosamente sus declaraciones sobre Jackson. El senador Marco Rubio, republicano de la Florida, dijo que su reunión con la jueza no alivió sus preocupaciones sobre su nominación, pero en la misma declaración se refirió a la historia personal de la jueza como inspiradora.

Y ambos partidos reconocen que los conservadores ya tienen una mayoría de seis miembros en el tribunal de nueve miembros, después de que los senadores republicanos bloquearan con éxito el nombramiento de un nuevo juez por parte del ex presidente Barack Obama durante el último año de su presidencia y Trump lograra nominar a tres de ellos: Kavanaugh, Barrett y Neil Gorsuch. Jackson sustituiría al liberal Breyer, bajando la apuesta.

“Hay una variedad de razones, comenzando por el hecho que los republicanos saben que este tribunal se ha inclinado demasiado hacia la derecha, los tres nombramientos más recientes y tuvieron éxito desmedido en el bloqueo de Garland”, dijo el senador demócrata Richard Blumenthal de Connecticut. “Así que eso puede ser un factor, pero es una candidata magníficamente cualificada, y muy encantadora e intelectualmente impresionante, por lo que creo que realmente ha cautivado a muchos republicanos”.

Otros republicanos especulan que, en medio de un clima político favorable, los líderes del partido prefieren seguir manteniendo la atención del público en temas como la inflación, en lugar de su propia oposición atrincherada a una candidata histórica a la Corte Suprema.

Y la guerra en Ucrania, que comenzó la misma semana en que Biden nominó a Jackson, también ha acaparado la mayor parte de la atención de los medios de comunicación, incluso entre las cadenas conservadoras. Cuando el presentador de Fox News, Sean Hannity, entrevistó a Rubio en su programa el lunes, por ejemplo, el tema no fue la Corte Suprema, sino la invasión rusa al país europeo.

Observadores de la cadena dicen que les ha sorprendido en cierto modo que, aun cuando no han ignorado por completo a Jackson, los personajes conservadores de los medios no han liderado una campaña negativa contra ella.

“Esto no es ni de lejos la virulencia y el volumen que hemos visto normalmente”, dijo Sergio Muñoz, director de políticas aquí en el grupo liberal Media Matters.

Las audiencias de confirmación están programadas de lunes a jueves. Los líderes demócratas aspiran a que se vote ante el pleno del Senado antes de Semana Santa.

Santorum dijo que espera que los republicanos hagan preguntas difíciles a Jackson durante las audiencias. Pero, salvo un acontecimiento imprevisto, no está seguro de que las preguntas –o cualquier parte de la confirmación de Jackson– lleguen al público.

“Mi opinión es que esto va a tener problemas para salir al aire”, dijo.

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