Intel despedirá entre el 15% y el 20% de sus trabajadores de fábrica, según un memorando

HILLSBORO – Intel planea despedir hasta una quinta parte de sus trabajadores de fábrica, un recorte enorme que tendrá un profundo impacto en uno de los negocios principales del fabricante de chips.

«Estas son medidas difíciles, pero esenciales para afrontar nuestros desafíos de asequibilidad y la situación financiera actual de la empresa. Esto afecta a todos», escribió a los empleados el vicepresidente de fabricación de Intel, Naga Chandrasekaran. Añadió que la compañía tiene como objetivo reducir entre el 15 % y el 20 % los puestos de trabajo, y que la mayoría de los recortes se implementarán en julio.

Intel declinó hacer comentarios sobre el memorando, pero reiteró que la compañía «tratará a las personas con cuidado y respeto mientras completamos este importante trabajo».

«Eliminar la complejidad organizativa y empoderar a nuestros ingenieros nos permitirá atender mejor las necesidades de nuestros clientes y fortalecer nuestra ejecución», declaró la compañía. «Tomamos estas decisiones tras una cuidadosa consideración de lo necesario para posicionar a nuestro negocio de cara al futuro».

Intel anunció los despidos pendientes en abril y notificó a los trabajadores de las fábricas la semana pasada que los recortes comenzarían el mes próximo. No había especificado previamente la magnitud de los despidos.

La compañía contaba con 109.000 empleados a finales de 2024, pero se desconoce cuántos de ellos trabajaban en su división de fábrica, denominada Intel Foundry.

El negocio de Foundry abarca una amplia gama de puestos de trabajo, desde técnicos en planta hasta investigadores especializados que trabajan con años de antelación para desarrollar futuras generaciones de microprocesadores.

Intel también planea importantes recortes en otras áreas de su negocio, pero los empleados afirman que la compañía no ha especificado cuántos puestos de trabajo eliminará en cada unidad de negocio. Los trabajadores creen que el impacto variará según el departamento.

En general, sin embargo, los despidos seguramente eliminarán varios miles de puestos de trabajo, y muy posiblemente más de 10.000.

Los despidos del próximo mes se llevarán a cabo en las fábricas de Intel de todo el mundo, pero podrían tener un efecto especialmente significativo en Oregón, el corazón de la operación de fabricación de la compañía. El fabricante de chips emplea a 20.000 personas en el estado, más que cualquier otra empresa.

Intel eliminó 15.000 puestos de trabajo en toda la compañía en 2024, incluyendo 3.000 en Oregón. La compañía está respondiendo a una prolongada caída en las ventas y a un sombrío panorama a corto plazo, impulsado por la intensa competencia en el sector de las PC y los centros de datos, y por la incapacidad de Intel para desarrollar chips avanzados para el floreciente mercado de la inteligencia artificial.

Los recortes del año pasado se produjeron mediante despidos, indemnizaciones, ofertas de jubilación anticipada y bajas. En esta ocasión, Intel ha indicado que no planea ofrecer indemnizaciones voluntarias. En su lugar, elegirá a los trabajadores que no desea en función de sus prioridades de inversión y su rendimiento individual.

“Estas reducciones se basarán en una combinación de cambios en la cartera de clientes, eliminación de puestos y niveles, evaluación de habilidades para los puestos restantes y algunas decisiones difíciles sobre nuestras inversiones en proyectos”, declaró Chandrasekaran. “También estamos considerando el impacto en las operaciones de las fábricas”.

El año pasado, el gobierno de Biden otorgó a Intel 7.900 millones de dólares en subsidios federales para apoyar la creación o expansión de fábricas en Oregón, Arizona, Nuevo México y Ohio. Intel recibió 1.000 millones de dólares de ese dinero de la Ley CHIPS el año pasado, pero gran parte del resto parece estar en el limbo mientras el gobierno de Trump reevalúa las subvenciones.

Intel ha pospuesto la apertura de su primera fábrica en Ohio hasta 2030, lo que supone un reconocimiento tácito de que no existe suficiente demanda de sus chips para justificar la inversión de 10.000 millones de dólares para equipar las instalaciones.

Oregón también otorgó a Intel 115 millones de dólares en fondos estatales. Se desconoce el momento de la expansión prevista de su fábrica de investigación D1X en Hillsboro, y los fondos estatales podrían ser devueltos si la expansión no alcanza los objetivos de contratación ni aumenta la recaudación fiscal estatal.

El nuevo director ejecutivo de Intel, Lip-Bu Tan, ha enfatizado repetidamente la necesidad de optimizar las operaciones de Intel, reducir los niveles de gestión y agilizar la implementación de nuevas tecnologías. Tan también ha declarado su deseo de retener y contratar a más ingenieros de alto nivel.

Los despidos masivos dificultarán la búsqueda de un equilibrio, ya que Intel busca convencer a sus empleados actuales y anteriores de que tiene un futuro brillante, incluso mientras realiza recortes drásticos en sus operaciones.

Las acciones de Intel subieron un 3% el lunes, hasta los 20,74 dólares. El precio de la acción ha oscilado entre 17,67 y 37,16 dólares en el último año.