BMW 430i Coupé, 2021

Por Rodrigo Aguilar

El Latino news

Considero que su silueta es espectacular, pero además de su aspecto destaca la calidad de fabricación que  está al nivel de los mejores. Por supuesto, tecnológicamente es un aventajado y su motor es muy eficiente. Ahora bien, lo que mejor que puedes hacer es conducirlo. Por algo es un BMW.

Si por algo destaca el BMW Serie 4 de esta prueba es por una parrilla frontal desmesurada. Pero más allá de eso, pues en persona se ve algo más normal, también llaman la atención unos faros muy afilados y unas formas musculosas. Como si estuviera esculpido. Además, creo que las llantas M de esta versión, con 19 pulgadas de diámetro, le sientan como un guante.

Por otro lado, se trata de una berlina coupé muy larga. Su longitud alcanza los 4,77 m, mientras que también resulta ancho, con 1,85 m. Eso repercute en una distancia entre ejes destacable, con 2,85 m. Pero eso sí, es un coche bajito, como buen deportivo: tan solo se levanta del suelo 1,38 m. En vivo su silueta me parece espectacular.

En cuanto a la parte trasera, tiene la mítica ‘curva Hofmeister’ y es muy suave. Da lugar a una retaguardia espectacular, y los faros también son muy afilados. Y en esta unidad de nuestra prueba del BMW Serie 4 2021 nos encontramos con un difusor trasero que incorpora dos salidas de escape, una a cada lado.

Interior

Una vez dentro, empiezo por los asientos. Son excelentes y vienen de la división M con  un cuero de muchísima calidad. Combinan a la perfección la comodidad con la deportividad, pues agarran muy bien en las curvas con su sujeción lateral. Además, tienen regulación eléctrica tanto para el respaldo como para la banqueta. Sin olvidarse del apoyo lumbar.

En la misma tónica está el volante, con un aro bastante grueso, acolchado y con un diámetro perfecto. Y por supuesto, el cuero de nuevo, tanto en el centro como en el aro, es muy placentero. Tras él hay una instrumentación digital que refleja los datos de manera clara en una pantalla de 12,3 pulgadas. Eso sí, los controles del volante no son muy intuitivos y te costará hacerte a ellos.

La pantalla del sistema de infoentretenimiento es de 10,25 pulgadas. Es opcional, ya que de serie son 8,8. Es muy fácil de manejar, tiene muy buenos gráficos, no le molesta la incidencia directa de los rayos del sol y cuenta con total conectividad con Android Auto y Apple CarPlay. Genial, ¿no? Además, se puede manejar de manera táctil y a través de la ruleta que hay al lado del cambio de marchas.

En la consola central se encuentran las salidas de climatización, los controles (físicos, ¡muy bien!) de la misma y los botones que se encargan del sistema de audio. Si sigo bajando veo el cambio de marchas, automático, la comentada ruleta del sistema de infoentretenimiento, el botón de arranque, el freno de mano eléctrico, los modos de conducción… y el botón de desconexión del ESP.

Se nota que la ergonomía está trabajada. Por eso, en esta prueba del BMW Serie 4 2021 me ha encantado que en la cabina todo esté orientado hacia el conductor. En Múnich saben quién es el protagonista. Por cierto, la zona de apoyo de la rodilla está acolchada. Esto es un detallazo. Terminando con el interior delante, la calidad de fabricación y los ajustes son excelentes. 

Y no puedo dejar de lado los huecos. Los de las puertas son muy grandes y cabe incluso una botella de agua de litro y medio en cada uno. En el reposabrazos central no sobra espacio pero para cartera, llaves y algo más da de sobra. Delante del cambio de marchas hay un doble portavasos y un hueco para el móvil, con carga inalámbrica, por supuesto. Y por último está la guantera, de unas dimensiones estándar.

Para acceder a la parte trasera, tarea poco sencilla, el asiento delantero se echa hacia adelante de manera eléctrica, lo cual se agradece. Una vez sentado, el asiento es pequeño y te abraza. Pero mi cabeza da en el techo, y mido 1,87 m de altura. Por espacio para las piernas no va mal. Así que la solución es un poco hacia abajo para ir ‘cómodo’. La plaza central es inservible por completo, pero hay dos salidas de climatización con regulación y dos enchufes de USB.

El maletero tiene apertura y cierre eléctrico, y además se puede abrir y cerrar desde un botón situado en la puerta del conductor. La boca de carga no es demasiado amplia y hay que agacharse para meter y sacar bultos. Pero es enorme: son 440 litros de capacidad. Y tiene las típicas utilidades, como ganchos, agarraderas o una toma de 12V. Los asientos son abatibles, pero tienes que hacerlo desde la fila trasera, así que no es un sistema muy cómodo.

Conducción

Por fin llego al momento más importante de esta prueba del BMW Serie 4 2021: comprobar cómo se porta en las calles y carreteras. Me recuerda en gran parte al Serie 3 pero cuenta con ciertos matices que le hacen más deportivo. Como el hecho de tener una mayor anchura de vías o un ángulo negativo más acusado en las ruedas delanteras. Esto aumenta y mucho su estabilidad a la hora de tomar las curvas. El balanceo se reduce considerablemente.

Además, la suspensión tiene un tarado algo más duro, lo que le aporta un carácter más deportiva. La dirección es cómoda y aunque tiene un poco de juego muerto en el centro resulta relativamente directo. Si entras fuerte en una curva el coche tiende a subvirar, esto se debe al peso que tiene en la parte delantera. Ahora bien, en cuanto pisas el acelerador se va de atrás, sobre todo si le desconectas el ESP.

El motor una sorpresa bastante positiva. Cuenta con un propulsor 2.0 Twin-Power Turbo de cuatro cilindros que entrega 258 CV de potencia y 400 Nm de par. Dispone de una caja de cambios automática Steptronic de 8 marchas de tipo convertidor de par, que envía toda la fuerza del motor a las ruedas traseras. Tiene fuerza en todo el rango de revoluciones. En cuanto le pegas un pisotón te pegas en el asiento. 

El chasis es capaz de hacer frente a todo ese rendimiento sin inmutarse. Los cambios de dirección son rápidos, ágiles y seguros, el volante transmite mucha información y no obliga a constantes rectificaciones, aunque en función del modo de conducción la velocidad y la respuesta es más o menos rápida. Hay varios modos: Eco, Confort, Sport, Sport Plus e Individual. En modo ECO el coche se relaja bastante, aunque sin llegar a morirse por completo. Algo que se agradece.

El modo Confort es el más equilibrado en cuanto a respuesta. El volante eleva su sensibilidad, al igual que el acelerador, y la caja de cambios se vuelve más rápida, reduciendo una marcha para así estar más atenta ante cualquier demanda por parte del conductor. Y el modo Sport es, obviamente, donde sacamos todo el jugo al coche. Se pone más nervioso y la ganancia en prestaciones es considerable. Incluso el sistema de sonido empieza a emitir un rugido de motor más consistente. Está bastante bien logrado.

Su rendimiento es de 26 mpg en la ciudad y 34 mpg sobre la carretera. 29 mpg de promedio.

Conclusión

Las sensaciones finales que me ha dejado la prueba del BMW 430i, 2021 han sido estupendas. Entiendo que es lo normal, ya que se trata de un coche que vale bastante. Sin embargo, teniendo en cuenta la categoría en la que compite y lo que ofrece a cambio de ese precio, estamos hablando de la opción más adecuada si te gusta conducir. Puede que suene redundante por el machacado eslogan de la firma bávara, pero así es. Emociona más que sus rivales.

Ahora bien, además de tener un tacto de conducción superior al del resto de las alternativas, mantiene la calidad interior ya vista en el Serie 3 de nueva generación. Esto quiere decir que se encuentra en un escalón superior a Mercedes en este sentido, y muy cerca de Audi, que ha sido la referencia en estos últimos años. Y no hay que olvidarse de la tecnología y la eficiencia de la que hace gala. Así que ya ves, mi buena opinión del BMW 430i está bien fundamentada.

Precio MSRP: $59,220ºº

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